Es una de las enfermedades respiratorias de mayor prevalencia en caninos. La enfermedad se propaga con rapidez. El contagio se produce por inhalación y en el ser humano puede producir signos similares a la tos ferina.
Son más susceptibles los perros de razas pequeñas, cachorros y perros adultos con un sistema inmune debilitado.
Otros factores que aumentan considerablemente el riesgo de sufrir la enfermedad son enfriamientos, cambios de dieta y de ambiente, estrés, deficiencias alimentarias, asi como tambien un manejo deficiente.
El síntoma más característico de esta enfermedad es una tos extremadamente aparatosa debida a la traqueitis. Esta tos está a menudo asociada a expectoración. La tos puede ser más aparente por las noches y cuando el perro se mueve o excita. En general los perros comen bien y están de buen carácter.
En algunos casos los perros pueden presentar signos más graves. Si un perro con traqueobronquitis infecciosa deja de comer, tiene fiebre o está muy triste hay que acudir al veterinario para valorar correctamente su estado. Estos perros pueden presentar descarga ocular o nasal y desarrollar bronquitis o neumonía.
Se recomienda vacunar a cachorros y perros adultos a través de vacunas intranasales. Al utilizar esta vacuna se estará inmunizando con los principales agentes que se involucran en esta enfermedad, siendo capaz de inducir una secreción importante de inmunoglobulinas (IgA) responsables de la protección local en las mucosas. Esta protección se establece entre las 48 y 72 horas posteriores a la instilación de una dosis única.
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