La piel y el pelo son como una ventana a través de la cual se ve la salud general de los animales de compañía. Sin embargo existen varios factores como la genética, la nutrición, los parásitos, las enfermedades y el aseo, que influyen en el desarrollo y en el mantenimiento de la piel y el pelo. La constitución genética de un ser queda determinada en la concepción y, aparte de la selección de la madre y el padre, no ejercemos ninguna influencia en ella. En lo que se puede influir es en la nutrición, el aseo y el cuidado de la salud.
- Funciones generales de la piel
La piel es el mayor órgano del cuerpo. En un cachorro recién nacido la piel y el pelo representan el 24% de su peso corporal. Al alcanzar la madurez todavía constituyen el 12%. La piel es también la primera línea de defensa contra las condiciones externas y protege al animal contra daños químicos, físicos y microbiológicos. Al mismo tiempo trabaja como una barrera eficaz de cierre que crea un entorno interno para todos los demás órganos y previene la pérdida de agua. La piel regula además, la temperatura interior del cuerpo y es el principal órgano sensorial para el tacto, la presión, el dolor, el picor, el calor y el frío.
La piel forma la superficie externa continua del cuerpo y en diferentes regiones varía por el espesor, color y presencia de pelo, glándulas y uñas. Pese a estas variaciones, que reflejan distintas demandas funcionales, todos los tipos de piel poseen la misma estructura básica. La superficie externa de la piel -llamada epidermis- consiste en una capa de células córneas que están mudando constantemente. Por regla general, las células tardan alrededor de 3 semanas en madurar y su cambio requiere siete días más. Por debajo se encuentra la dermis, una capa muy sensible con vasos sanguíneos, nervios, grasa y glándulas sudoríparas. Es aquí donde crece el pelo. El folículo piloso de casi todas las especies domésticas es compuesto. Del gran folículo primario crecerán pelos largos y fuertes. Está rodeado por un número variable (3-10) de folículos accesorios que producen pelos finos y cortos.
Los pelos no crecen de forma continua, sino más bien por ciclos. Cada ciclo consiste en un período de crecimiento y un período de reposo. El ciclo de producción de pelo varía notablemente en los perros y en gran medida es específico de la raza. No obstante, la mayor parte de las razas tienen un ciclo de seis meses con dos mudas al año, al principio de la primavera y el otoño. Los cambios en la duración y la intensidad de la luz diurna indicarán al cuerpo que debe comenzar la muda. Ahora bien, muchos perros viven hoy en el interior de la vivienda y están por ello expuestos a varias horas de luz artificial. En este caso la muda puede producirse a lo largo del año.
- Importancia de la nutrición
Para optimizar el potencial de su perro con el fin de que desarrolle y mantenga una piel sana y un pelo brillante, usted tiene que proporcionar el entorno y la nutrición apropiados. Algunos nutrientes desempeñan un papel especialmente importante con respecto al crecimiento de la piel y el pelo. Estos nutrientes incluyen proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Sin una fuente adecuada de los nutrientes necesarios se observarán signos de deficiencia tales como un pelo seco y sin brillo, pérdida de elasticidad y de pelo.
La piel y el pelo utilizan hasta un 30% de la necesidad diaria de proteína de un animal. El pelo consiste en un 95% de proteína. ¡En algunos perros el crecimiento combinado de todo el pelo del cuerpo puede alcanzar 30 metros al día!. Para asegurar que su piel y pelo pueden crecer sin verse limitados por un suministro escaso de proteína, es necesaria una dieta con una fuente de proteína de alta calidad que contenga todos los aminoácidos esenciales (elementos de construcción de la proteína). Todos los alimentos
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Las vitaminas A, E, C, biotina y riboflavina son todas necesarias para mantener la buena salud de la piel y el pelo. Minerales como el zinc y el cobre son también esenciales para el desarrollo de una piel sana y un buen pelo.
Las grasas y los ácidos grasos tienen también gran importancia para la piel y el pelo y necesitan estar presentes en la cantidad y equilibrio adecuados. La grasa es la principal fuente de energía para los perros. Los ácidos grasos son productores de hormonas y están incorporados en las membranas celulares. El organismo no puede producir algunos ácidos grasos (ácidos grasos esenciales), por lo que deben estar presentes en la dieta. Los perros y los gatos requieren ácido linoleico y los gatos necesitan también ácido araquidónico. Las grasas mejoran asimismo la palatabilidad de los alimentos y son necesarias para absorber las vitaminas liposolubles.
Los ácidos grasos pueden dividirse en dos categorías: los ácidos grasos Omega-6 que se encuentran en plantas y animales (aceite de girasol, grasa de pollo, grasa de cerdo) y los ácidos grasos Omega-3 que se encuentran en el aceite de pescado y de plantas seleccionadas (por ejemplo linaza). Todos los ácidos grasos esenciales pertenecen a la categoría Omega-6 y por ello se necesitan en la dieta del perro. Sin embargo, se sabe que producen una mayor respuesta inflamatoria del cuerpo a los arañazos, dolores, picaduras, parásitos o condiciones alérgicas ocasionales. Los ácidos grasos Omega-3 tienden a reducir la inflamación y en muchos animales reducen los picores asociados con las irritaciones de la piel y el pelo. No obstante, altos niveles de ácidos grasos Omega-3 producen efectos secundarios tales como una alteración de la coagulación sanguínea y podrían ocasionar hemorragias. El factor importante no es la cantidad de ácidos grasos, sino la relación de ácidos grasos Omega-6/Omega-3 en la dieta. La investigación1 ha demostrado que el equilibrio óptimo en la dieta está entre 5:1 y 10:1. Con el equilibrio adecuado se mantiene la humedad de la piel, se apoya el proceso de curación natural y el pelo se desarrollará correctamente. Todos los alimentos
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